¿A qué me refiero?
En un anterior artículo les expliqué cómo fracasar en tus proyectos de manera elegante. Te sugiero ir a leerlo, acá está, te espero:
Bien, ahí hablamos de dos tipos de contrapartes: clientes (o mandantes) y colaboradores.
A los clientes les interesa el producto final, los colaboradores están interesados en el proceso y se involucran fuertemente en el proyecto.
También hablamos de dos tipos de proyectos: invenciones e implementaciones.
Si estás en un proyecto tipo invención, te conviene un colaborador. Si es una implementación, es lo ideal contar con un mandante.
Pero, tanto si tienes un cliente tipo mandante, o tipo colaborador, debes poner límites.
La función de tu cliente es explicarte por qué o para qué quiere el proyecto, luego juntos puede definir qué se quiere construir. Hay varias formas, pero uno de los problemas que suele ocurrir es que hay una “fijación funcional” que muchas veces no les permite ver soluciones alternativas.
¿Cuántas veces has visto requisitos del tipo: “queremos que creen una tabla con todos estos campos para poder generar tal y tal reporte”?
Lo que suele pasar es que el área de TI les dice que no, que no se puede, sin explicarles por qué es una mala idea, y así es como aparece el “Shadow IT”, porque los usuarios empiezan a contratar soluciones laterales, sin control de seguridad, y que exponen a la organización a un montón de problemas.
Lo que debe hacer el área TI es ayudar a encontrar a los usuarios la solución adecuada a su problema, pero para eso hay que entender para qué. Y los usuarios deben aprender de que no deben definir el cómo.
Con el tiempo, muchos usuarios aprenden que la gente de TI usa ciertas tecnologías y a base de ese contacto diario, creen que entienden lo que hacen los programadores o sysadmin, y terminan pidiéndoles que implementen ciertas tecnologías porque han sido usadas en el pasado, por esos mismos técnicos.
He visto a usuarios solicitar que se implementen microservicios o que se implante en la nube, simplemente porque es lo que han escuchado que se “usa ahora”.
Lo peor es que hay informáticos que dicen a todo que sí, que no reflexionan y no ayudan. Se crean problemas futuros para evitar tener conflictos al principio. Seguro has sufrido porque tu jefe le dijo que sí a un cliente que insistió en que se debían usar microservicios en la nube, o inteligencia artificial (porque todos usan IA ahora, ¿no?).
Cuéntame tus historias, seguro vamos a aprender mucho entre todos. Y si quieres compartir con colegas este artículo, te animo a usar el botón de abajo: