Me gusta Netflix. No me gusta la TV, quiero decir la televisión pública actual, hace rato que no la veo, y yo era un verdadero “tevito”, pero hace tiempo que me aburrió con sus realities y sus pésimos noticiarios. Crecí en los setenta, donde la televisión significaba, al menos en Chile, series yankis como Star Trek, El Hombre Nuclear, Bonanza, y “Tardes de Cine”, con películas de Abbot y Costello o de Dean Martin con Jerry Lewis, pero de vez en cuando algún clásico del cine de terror, como la Momia con Boris Karloff, o Drácula con Bela Lugosi. Incluso recuerdo haber visto PSicósis de Hitchcock en Televisión Nacional una noche de verano cuando tenía unos trece o catorce años. Así que no vi tan mal cine 😉 Al menos cuando la televisión era pública, de verdad.
Jugar bien sus cartas
Jugar bien sus cartas
Jugar bien sus cartas
Me gusta Netflix. No me gusta la TV, quiero decir la televisión pública actual, hace rato que no la veo, y yo era un verdadero “tevito”, pero hace tiempo que me aburrió con sus realities y sus pésimos noticiarios. Crecí en los setenta, donde la televisión significaba, al menos en Chile, series yankis como Star Trek, El Hombre Nuclear, Bonanza, y “Tardes de Cine”, con películas de Abbot y Costello o de Dean Martin con Jerry Lewis, pero de vez en cuando algún clásico del cine de terror, como la Momia con Boris Karloff, o Drácula con Bela Lugosi. Incluso recuerdo haber visto PSicósis de Hitchcock en Televisión Nacional una noche de verano cuando tenía unos trece o catorce años. Así que no vi tan mal cine 😉 Al menos cuando la televisión era pública, de verdad.