Se denomina efecto Flynn a una observación realizada por James Robert Flynn, un investigador neozelandés-estadounidense que afirmó que las puntuaciones de las pruebas de inteligencia aumentan en el tiempo en todas partes del mundo, de manera lineal desde 1938.
Independiente del valor del coeficiente intelectual como medida real de la inteligencia, ocurre que este efecto parece haberse detenido en varios países de Europa a partir de la década de 1990.
Y los investigadores no están seguros de las causas. Se ha planteado que la contaminación, el aumento del uso de químicos en los alimentos, e incluso la adopción de las dietas veganas han impactado en el desarrollo normal del cerebro. Con respecto a esto último, la afirmación es que al parecer ha aumentado la incidencia de problemas con la tiroides, y disminución de la hormona tiroidea, que aporta al desarrollo del tejido cerebral, al parecer la dieta vegana contiene insuficiente cantidad de yodo, lo que explica este efecto.
Pero también se culpa a la tecnología. Hay entre los sicólogos y neurobiólogos algunos que afirman que el uso de la tecnología informática, y con mayor impacto, del smartphone, ha reducido nuestras capacidades de raciocinio y nuestras habilidades cognitivas. Por ejemplo, el confiar en la búsqueda en internet, dejar de recordar los números de nuestros contactos, o usar aplicaciones que nos ubican en el espacio (como los mapas con GPS) hace que nos esforcemos menos y, por lo tanto, nuestras capacidades de racionamiento espacial se reducen.
Por otro lado, algunos alegan que al liberarse nuestro "disco duro" de tener que memorizar cosas permite que lo llenemos con otros tipos de conocimientos más útiles.
Y el problema es que nuestro cerebro no es una computadora.
Verán, la analogía de que el cerebro es similar al computador que usamos todos los días es errónea. El hardware de un PC es fijo y efectivamente cuenta con una memoria que podemos limpiar y llenar, en forma de discos duros.
Pero el "hardware" del cerebro va construyéndose de forma continua, y consiste en conexiones que van realizando nuestras neuronas. El cerebro es altamente dinámico, y plástico. Las conexiones, las rutas neuronales que persisten son aquellas que se refuerzan una y otra vez. Si no reciben este refuerzo desaparecen y con estas el conocimiento y la habilidad cognitiva correspondiente.
Así que no se trata de que las Apps nos liberen para adquirir nuevo conocimiento. Al contrario, estas Apps podrían estar creando conexiones espurias cuyo fin sea simple placer o sensaciones reconfortantes. El crear nuevos conocimientos y habilidades cognitivas requiere de entrenamiento, de repetición, memorización, retroalimentación. No de absorción pasiva.
Además, pasa otra cosa. Recibimos muchos estímulos. Nuestro "ancho de banda" es de unos pocos cientos de bits por segundo. Pero somos bombardeados por millones de bits por segundo de información, que somos incapaces de procesar.
Quizás es cierto. A lo mejor es posible que la tecnología, la contaminación e incluso nuestra dieta esté afectando nuestras capacidades cognitivas, y es algo preocupante.
Les dejo este interesante documental de DW donde es abordan los temas que les he planteado en este post: