La Nariz del Emperador
Por muchos años, una pregunta inquietaba a los súbditos del Imperio. Todos querían saber el largo de la nariz del Emperador. Por supuesto, ser sorprendido observando de cerca el rostro del Emperador, o peor aún, sosteniendo una regla cerca de él, sería una provocación y falta gravísima, cuyo castigo inmediato sería la muerte.
Pero muchos estaban curiosos…
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