El Fin de la Agilidad (V)
(Para escuchar la banda sonora de este post haz click en este enlace)
I’m going to Wichita
Far from this opera for evermore
I’m gonna work the straw
Make the sweat drip out of every pore
— The White Stripes
Cuando estaba en el colegio formé parte de una banda en que tocábamos rock latino. Participábamos en fiestas y eventos en Chuquicamata y Calama. Varios años después todos los miembros del grupo estábamos en Santiago, así que nos juntamos por unos meses a ensayar, en un garaje o bodeguita, no recuerdo bien, en la casa del padre de nuestro segundo guitarrista.
La idea era llegar a tocar en algún pub de la capital. Pero la idea no prosperó. Nos separamos y por años no nos volvimos a juntar, hasta que llegó agosto de 2000, y les propuse improvisar algo para mi matrimonio. Fue nuestra peor presentación, pero al final completamos un par de canciones de Miguel Mateos, tocadas al estilo de los White Stripes, sólo con una guitarra y batería. Con eso salvamos la noche.
CEO
Los meses pasaron, y llegó 2001, la burbuja de internet y la locura de todos por emprender algo en la web. En esa época un cuñado, que asesoraba a Conicyt, me contó que pensaban invitar a “jóvenes veteranos de la internet” para una reunión y explorar actividades para organizar en conjunto. Me pidió algunos nombres, y le indiqué que me interesaba participar también.
Así fue que un día de 2001 estábamos en la oficina de Eric Goles, premio nacional de ciencias exactas, académico y por entonces el director de Conicyt. Recuerdo que una pared tenía colgado un hermoso cuadro de gran formato. Una pintura moderna que mostraba la Máquina y el rostro de Alan Turing, y por supuesto una manzana a medio masticar, todo en una composición moderna y bien lograda. Estaba firmada por un artista reconocido. Goles nos contó cómo había solicitado esa pieza y luego nos empezó a relatar la historia de Turing, un acto un tanto innecesario, porque casi todos los que estábamos en esa oficina ese día éramos ex alumnos suyo, y además teníamos bien clara la historia de Turing. Pero así era él, así que había que tener paciencia. (Por esa época Eric Goles tuvo un programa de divulgación en televisión, así que supongo que tenía vocación de ser el Carl Sagan chileno, yo que sé).
Fue así que con los meses este grupo mantuvo la costumbre de juntarse a almorzar con cierta periodicidad, almuerzos al que invitábamos a emprendedores, autoridades, y personas interesadas en desarrollar un clima de emprendimiento en Chile. Nos independizamos de la organización estatal y sostuvimos estas actividades en la sede de la empresa de uno de los miembros del grupo.
De esos almuerzos nació CEO: Clima de Emprendimiento Organizado. Todos en nuestro interior sentíamos que algo relevante saldría de estas reuniones, pero el gran logro fue mantener esos encuentros por varios años.
El tiempo pasó, el 11 de septiembre de 2001 nos impactó a todos, y con este evento comenzó, en mi opinión, la época en la que vivimos, con sus luchas contra el terrorismo, fake news, desconfianza y la falta de paciencia.
Post Punk Revival
I say don’t you know
You say you don’t know
I say, take me out!
— Franz Ferdinand
El Post Punk Revival, o Garage Rock Revival, fue un movimiento que partió a fines de los noventa y se extendió en los primeros años del 2000. Tomaban la influencia del grunge, el new wave, el blues y el punk. Mezcla interesante, con bandas como White Stripes, Franz Ferdinand, Elastica o Artcic Monkeys.
[Pienso que no es casualidad que White Stripes haya elegido usar los colores rojos y blanco e inventarse una historia de origen que los identificaba con la norteamérica profunda. O que Franz Ferdinand usara el nombre del archiduque de Austria, cuyo asesinato llevó a la primera guerra mundial. Este estilo musical, con sus letras y estéticas reflejaban el inicio de nuestra era contemporánea, con sus invasiones a Medio Oriente, y búsqueda de armas de destrucción masiva que nunca existieron.]{style=“letter-spacing: 0.01rem;"}
Noviembre 2001
Hate to say I told you so, alright
Come on
I do believe I told you so
– The Hives
Quizás uno de los momentos más felices de mi vida fue el nacimiento de mi hija Francisca, a fines de noviembre de 2001. Sostenerla en mis brazos fue un momento de dicha total difícil de superar.
Pero esta linda historia personal pudo haberse convertido en un relato dramático digno de Charles Dickens. Después del parto hubo complicaciones inesperadas y Kika tuvo que permanecer varios días en la clínica. Fueron momentos difíciles y de mucha incerteza. Durante un mes mi deber era con mi mujer y mi hija, por sobre todo y estuve en la clínica durante todo ese tiempo sin ir a trabajar.
Recuerdo que de la Isapre, que tenía contratada en ese momento, me visitó una ejecutiva y me dijo que ya nada podíamos hacer porque yo no había solicitado el seguro catastrófico a tiempo. ¿Pueden entender eso?
[En ese momento en que estaba preocupado porque mi mujer pasaba la noche en la UCI. Momentos en que pedía que me pasaran a la bebé para alimentarla y abrazarla mientras caían lágrimas de mis ojos, porque estaba desesperado y no sabía qué podía suceder. En esos instantes el sistema me pedía que llenara un formulario, ¿para activar un puto seguro catastrófico? ¿Acaso no puede ser eso automático? O si se solicita ex post, cuando ya la situación se ha calmado un poco, ¿no pueden reconocerlo?
Esos son los bugs que en nuestra legislación dejan nuestros representantes y que terminan perjudicando a las personas, aumentando este clima de desconfianza en todo y en todos, que caracteriza nuestro tiempo.
Leaving Las Vegas
I’m standing in the middle of the desert
Waiting for my ship to come in
— Sherryl Crow
Llegamos a casa, con la bebé y mi esposa recuperándose del duro trance. Por meses debía seguir tratamientos y apoyo. Pero fue mejorando rápidamente. La bebé empezaba a crecer y a recibir el amor de sus hermanos mayores.
Sin embargo yo no estaba tranquilo. Estaba endeudado y tampoco muy conforme con mi sueldo. Y el clima de esa época era de emprendimiento. Había observado a muchos amigos “pegarse el salto”. Un colega subgerente se retiró de la cámara a armar su propio emprendimiento.
Fue así cómo recibí una oferta interesante de uno de los participantes de CEO. Estaría a cargo de formar el área de tecnología de su emprendimiento. La oferta era por casi un 30% adicional a lo que ganaba en ese entonces. Hablé con mi jefe. Yo aún no estaba convencido de querer irme del todo, porque significaba un riesgo, así que esperaba que me hicieran una contra oferta, después de todo había sido bastante exitoso y había aportado mucho en mi trabajo.
Mi jefe reaccionó y se movió como corresponde. Yo sentí que él no quería dejarme partir, y siempre se lo agradeceré. Pero le fue mal. Parece que para el resto de la organización yo no era tan valioso. La contra oferta fue ridícula, Jorge me la planteó con algo de decepción y vergüenza, creo yo.
Así fue como empecé mi salida de la Cámara de Comercio de Santiago. Pero en ese tiempo no sentí pena, al contrario, me dio rabia. Mi salida fue bien precipitada, en pocos días estaba en otra empresa preparando el camino para empezar una nueva Startup.
Ambientes Tóxicos
Due to lack of interest
Tomorrow is cancelled
– Kaiser Chiefs
Hay veces que una filtración de material tóxico empieza a envenenar un río, o laguna. Puede que la filtración sea pequeña, pero es sostenida.
Eso pasa en las organizaciones. Hay filtraciones tóxicas que no tapamos a tiempo. Estas toxicidades se dan entre las personas y sus relaciones. No todos tienen que caerse bien en una empresa, pero, en mi opinión, es deber de quienes dirigen las organizaciones evitar que se produzcan estas fugas de toxicidad.
Yo sentí eso en ese tiempo. Sabía que no le caía bien a algunas personas de la organización en que trabajé hasta ese momento. Lo complicado es cuando no le caes bien a personas que tienen poder. No sé si a nivel consciente o inconsciente eso se me hacía insoportable también.
Hay que aprender a manejarse dentro de las organizaciones. A conocer sus dinámicas, su política. Toda organización humana es política. Muchos jóvenes no entienden eso. Creen que todo se trata del mérito técnico, pero eso muchas veces es lo menos importante en el desarrollo de una carrera.
En toda organización hay facciones, con intereses particulares. Eso es normal, e incluso sano. Siempre he sospechado de un grupo humano donde todo es cordialidad y nadie está en desacuerdo.
Lo importante, y la clave del liderazgo en mi opinión, es que a pesar de estas diferencias, todos estén alineados en pos de la misión y visión de la empresa. Cuando los intereses personales, o de las facciones, se alejan del camino trazado es cuándo empieza la decadencia de las instituciones. Es cuando la gente decide alejarse y buscar otros horizontes.
Así fue cuando en 2002 estaba adentrándome a la época más oscura de mi vida profesional, pero no lo sabía. Contaba con el apoyo de mi esposa, una hermosa bebé y mis hijos. Sin ellos no sé como habría sobrevivido a lo que vendría después, pero eso es algo que les contaré en la siguiente parte.
Notas:
Sherryl Crow no pertenece al movimiento Garage Rock Revival, pero su canción Leaving Las Vegas tiene el verso adecuado, así que perdón a los puristas.
La primer parte de esta “autobiografía no autorizada” la encuentras acá: https://www.lnds.net/blog/lnds/2019/03/17/el-fin-de-la-agilidad.
La segunda parte: https://www.lnds.net/blog/lnds/2019/03/18/el-fin-de-la-agilidad.
Tercera parte: https://www.lnds.net/blog/lnds/2019/03/19/el-fin-de-la-agilidad.
Cuarta parte: https://www.lnds.net/blog/lnds/2019/03/23/el-fin-de-la-agilidad.
Sexta parte: https://www.lnds.net/blog/lnds/2019/04/06/el-fin-de-la-agilidad