Nunca elegí liderar un equipo, fue algo que me ofrecieron. Mis primeros años profesionales los desarrollé trabajando con un grupo de amigos en nuestra propia empresa, en realidad tampoco la fundé. Ellos me invitaron primero a trabajar con ellos y luego me ofrecieron ser socios.
Así que como socio ocupaba un puesto de liderazgo en aquella pequeña empresa, pero no era algo muy organizado ni establecido. Si había un proyecto, armábamos un pequeño equipo y uno de los socios se hacía cargo de sacarlo adelante. La administración quedaba en manos de nuestro gerente general, que era uno de los socios fundadores, y otro socio con el “don de la palabra” se preocupaba de buscar nuevos negocios.
Siendo socio de esa empresa, me hice conocido y en un momento me llegó la oferta para ser sub gerente de desarrollo en una importante asociación gremial nacional. El gerente de tecnología de ese organismo había sido un cliente nuestro y fue a través de un amigo común que me llegó la oferta.
Fue la primera vez que trabajé en una organización más formal y con una mayor estructura. Además, tuve la suerte de trabajar con alguien que me enseñó mucho. De ahí fui cambiando de trabajo, en diversas startups y empresas, siempre ejerciendo un rol de dirección técnica. En cargos similares a un CTO o un VP de ingeniería, para usar términos más en boga.
De toda esa experiencia aprendí grandes lecciones. No niego que muchas veces cometí errores, pero creo que el balance es más positivo que negativo, aunque quizás eso habría que preguntárselo a quienes trabajaron conmigo.
Hace unos cinco años decidí dejar ese tipo de roles y volver a ejercer como ingeniero de software. Las razones son muchas y darían para otro artículo, por lo que no las expondré ahora.
Lo que me interesa compartirles hoy son algunos elementos que considero que deben tener en cuenta si es que asumen un rol de liderazgo tecnológico de alto nivel, ya sea como sub gerente, gerente, VP, o CTO. Tómenlo como una visión personal de alguien con el trasfondo expuesto en los párrafos anteriores. Podemos discutir más detalles en los comentarios.
Así que aquí van siete principios que debes considerar, basándome en mi experiencia personal.
1. Conoce bien el negocio de tu empresa u organización. Entiende de dónde viene el dinero, cuál es el rol e impacto que esta organización en la sociedad, en otras palabras, debes conocer su modelo de negocios. Entiende su misión, visión y posicionamiento. Deberías ser capaz de explicar en forma simple en una fiesta o un asado que hace tu empresa a cualquier persona que te lo pida. Estoy asumiendo que antes de tomar este rol sabías bastante sobre esto y que compartes los valores de la organización a la que te uniste.
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