Para los romanos, el contubernium era una unidad de ocho legionarios, parecida al pelotón actual. Hoy en día, la palabra contubernio tiene una connotación negativa, se le considera sinónimo de conspiración, complot o confabulación. También se refiere a la cohabitación ilícita. Pero en este artículo nos vamos a concentrar en el “contubernium” romano.
Como puse arriba, un contubernium era una unidad militar, consistente en ocho soldados de infantería, que compartían tiendas, impedimenta común y dos mulas para transportarla entre los campamentos de marcha y desplazamientos. En los campamentos permanentes compartían habitación en los barracones. La tienda o la habitación de barracón solamente tenía seis lechos o camas, ya que dos hombres del contubernium siempre estaban de guardia. Además, contaban con el auxilio de dos esclavos, y una piedra de molino.
Diez contubernium formaban una centuria, que correspondía a ochenta legionarios (cien efectivos, contando los esclavos, de ahí el nombre). Dos centurias formaban un manípulo (ciento sesenta infantes). Y tres manípulos constituían una cohorte (cuatrocientos ochenta legionarios).
Finalmente, diez cohortes formaban una legión (cuatro mil ochocientos legionarios, cinco mil efectivos, considerando los esclavos).
Toda esta estructura permitía a los generales organizar diversos tipos de estrategias y responder de manera “ágil” (ven para donde voy 😉) tácticamente. Es la razón del éxito y supremacía militar durante siglos, tanto de la república como del imperio romano.
Si algo podemos aprender de esto es que la organización y la flexibilidad para responder rápidamente con diversas formaciones durante la batalla fue clave para consolidar el poder militar romano.
El ejército romano durante siglos estuvo sostenido por su infantería. Había otras unidades, como la caballería, que no era tan numerosa, e inicialmente era usada para explorar o ejecutar escaramuzas. O unidades de ingenieros y armas pesadas, como escorpiones, torres de asalto o catapultas. Para los curiosos les dejo abajo un video sobre la organización de las legiones romanas.
Los legionarios tenían un fuerte entrenamiento y aparte de dominar tácticas, formaciones, reconocer órdenes (normalmente emitidas mediante instrumentos como tambores, cuernos y trompetas), se sometían a una estricta disciplina.
Una cosa que es interesante es que no se sabe si el contubernium tenía algún líder. Normalmente, cada centuria estaba dirigida por un centurión. Pero el contubernium no parecía tenerlo. Eran unidades bastante autónomas, que tenían que preocuparse de su alimentación (de hecho ellos preparaban la harina que necesitaban, usando la piedra de molino que tenían asignada).
Otra cosa interesante es que las legiones se organizaban en tres líneas. Al frente estaba los hastati que correspondían a manípulos con soldados más jóvenes (los júniors de la época). Los príncipes, que correspondían a los que tenían más experiencia que los hastati (seniors). Y en la retaguardia los triarii, que eran los soldados veteranos (staff) que entraban en combate en situaciones extremas.
Un juego de especulación
Ahora volvámonos locos un rato y hagamos una analogía imposible. Si trasladáramos las prácticas de los romanos a la organización de un equipo de ingeniería moderno, tendríamos que:
Los equipos deben ser pequeños (no más de ocho personas).
Estos equipos serían altamente autónomos, bien entrenados, y autosuficientes. Y contarían con herramientas de apoyo estándares para la entrega del software.
Siempre hay dos desarrolladores de guardia (¿acaso on-call?) atentos por si pasa algo en producción.
Los managers (centuriones) deberían manejar varios equipos (aunque sería una locura llegar a los cien). Su rol es servir a la táctica y la estrategia dirigiendo las maniobras de su unidad (centuria).
Los júniors y seniors son quienes implementa, y sobre ellos descansa la responsabilidad del éxito de las iniciativas.
Debe haber un fuerte énfasis en que los júniors alcancen experiencia en profundidad lo más rápidamente posible, con apoyo de los seniors.
Los roles staff intervienen en situaciones extremas, o muy especializadas.
Todos son desarrolladores (infantes, legionarios). No hay testers, devops, analistas, arquitectos, o cualquier otro cargo inventado. No, todos programan (si me apuran, los centuriones y los generales también estaban en el campo de batalla).
Las unidades de apoyo (como eran la caballería o las unidades de ingeniero o artillería) corresponden a los SRE, y se encargan de construir una plataforma para soportar el proceso de entrega de software. Así como los ingenieros militares construían puentes, caminos o torres de asalto, los SRE construyen una plataforma donde el código se libera de forma continua. Es decir, yo soy un gran partidario del “platform engineering”.
Puede que me haya pasado varios pueblos en la analogía y es que soy un friki de los romanos, pero no sé, ¿qué opinan ustedes? Igual la idea es divertirnos un poco estirando esta loca analogía.
Buena analogía ;)
Uno de los elementos clave en todo equipo (y seguro que así fue en las legiones romanas) es el hecho de cuidar y dar cariño a la transición entre los aprendices y los veteranos. Se pensaba en que el imperio llegara más lejos, fuera más fuerte y no tanto en reducir el tiempo de formación y que los legionarios ya vinieran "aprendidos de casa".
Tremenda analogía que se despachó señor y que buena descripción de la organización. Yo una vez la usé en una conversación con cliente, pero no con el nivel de detalle acá expresado