Deme su RUT
“...y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca. .. o el número...” – Apocalipsis 13:17
El otro sábado entrando a un colegio el guardia me pide mi RUT, ¡para entrar a un colegio!
En la farmacia, pregunto por paracetamol, me lo ofrecen a “precio oferta” a $990, acepto, “deme su RUT”, me dice el dependiente, “no le voy a dar mi RUT”, le respondo, “entonces cuesta $1.440”.
El otro día estabamos levantando requerimientos en mi trabajo, y llegamos al momento de definir cómo identificar a los usuarios para que ingresen al sistema, “usemos el RUT”, me dicen, pero !¿por qué?! pregunto yo.
El RUT, Rol Único Tributario, o el RUN, Rol Único Nacional, es un número entregado por el Estado de Chile a cada uno de sus ciudadanos, en el momento que nacen.
Este identificador permite establecer una manera efectiva para realizar una traza, o rastreo de todas las operaciones que realiza una persona.
“Tu identidad es tu posesión más valiosa. ¡Protégela! Y si algo sale mal, entonces usa tus superpoderes”. – ElastiGirl en Los Increibles
La gente se asusta por que las empresas les arman ofertas demostrando que tienen una traza completa de su comportamiento de consumo, como lo que relata Pancho Cornejo.
Nosotros les entregamos a las empresas esa capacidad de trazar nuestro comportamiento.
¿Por qué pueden hacer esto las empresas?
Porque la tecnología les da la capacidad para investigarte y saber casi todo de tí. Incluso, cualquiera de nosotros tiene el poder de saber mucho de cualquier persona, sabiendo su RUT, o algún identificador personal
El RUT, o RUN, o cualquier identificador que nos asigna nuestro gobierno, se convierte en una llave para poder acceder a nuestro comportamiento y a nuestra identidad.
Hoy en día nuestra identidad reside en sistemas informáticos, por eso que es crítico tener cuidado con esta, porque en definitiva nuestra identidad es digital.
El problema principal, en informática, es que los sistemas, los procesos, las empresas y los diseñadores de aplicaciones, violan todas, o algunas de las, las 7 leyes de la identidad, resumidas a continuación.
No compartir la información de los usuarios a sus espaldas.
No pedir a los usuarios más información que la necesaria.
No exponer la información de los usuarios en forma innecesaria.
No permitir que la información pueda ser enlazada lógicamente por terceros, a menos que lo autorice el usuario.
El usuario debe ser capaz de elegir si los datos que tiene almacenado en algún sistema pueden ser conectados con sus datos en otro sistema.
Si la forma más simple de usar una herramienta no es la más segura, entonces la herramienta está mal construida.
Es deseable una experiencia de usuario simple, consistente y comprensible, aunque tras bambalinas se usen diferentes tecnologías y proveedores de identidad.
En todos los casos que menciono al principio de este post se violan varias de estas leyes.
Cuando te piden el RUT, no sabes si esa información es usada para cruzarla con otras bases de datos (caso farmacias), ahi se viola la ley 1.
¿Es necesario tener el RUT para usar o acceder a un sistema? Ley 2
Cuando usas tu RUT para tu tarjeta de crédito, realizar compras, y atenderte en una clínica o un prestador de salud, ellos pueden usar el RUT como un mecanismo de enlace de la información de las personas (ley 4).
Etc, etc.
Debemos cuidar nuestra identidad, y la mejor manera que se me ocurre, es entender las leyes de la identidad, en base a ellas plantear una estrategia de defensa de nuestros datos.
Hay que favorecer el uso de aquellos sistemas que respetan estas leyes, y desconfiar de todos los que te piden, sin saber tú la verdadera razó
n, más información de la que deberían tener.
El RUT, lamentablemente, es un gran error en nuestro sistema, porque su uso se ha extendido más allá del sentido original que tenía.
Así que la próxima vez que alguien te pida tu RUT, DNI o identificador único de tu país, piénsalo 2 veces, y no se lo des a nadie, no lo necesitan (ni siquiera para ingresar a la web de tu banco).