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“Que vivas en tiempos interesantes”. ¿Cuántos de ustedes sabían de qué esta frase era una tradicional maldición china? En nuestra reciente conversación en el pódcast con Agustín Villena la mencionamos. Los tiempos interesantes son siempre los que están llenos de conflictos, tragedias, guerras, pandemias y convulsiones. A esos se referían los antiguos cuando acuñaron esta maldición. No podemos negar que vivimos en una época interesante, no solo por la pandemia, sino porque hay una alta incertidumbre, producto de la guerra en Ucrania y la crisis económica mundial. En mi vida he presenciado varias crisis económicas. Tengo recuerdos de adolescente, de la crisis de los ochenta, y de haber visto el serio rostro de mi padre preocupado sobre cómo pagar las cuentas y pasar a fin de mes. Pasamos apreturas y mi madre uso su ingenio para alimentarnos, de eso estoy seguro. Yo mismo pasé periodos duros hace unos años. Recuerdo cuando con mi esposa nos sentamos a hacer balance de nuestros ingresos y a afinar planes para asegurar la educación de nuestros hijos. O visitas a mis acreedores para pedir prórrogas de deudas. Es por eso que cuando vas adquiriendo experiencia en la vida sabes que te vas a encontrar con momentos duros y difíciles. Aprendes a prepararte, a no endeudarte, a reducir consumo y a ahorrar. No siempre es fácil. No siempre se ajustan nuestros gastos con nuestros ingresos. Y si bien los economistas y gurúes de las finanzas advierten sobre esto, no siempre resulta fácil, sobre todo si consideras la realidad de los países latinoamericanos, donde los sueldos simplemente no dan para cubrir los gastos. Son tiempos interesantes, son tiempos de desafíos y de decisiones.
Hace poco escuché el relato de un cercano donde me informaba como en su organización despedían a decenas de colegas. También he visto a colegas y amigos anunciando que están abiertos a nuevas oportunidades laborales. El mundo tecnológico, que parecía incombustible, está en un momento de crisis. No solo porque las Big Tech han despedido a porcentajes importantes de su plantilla, o porque hemos visto a varios unicornios fracasar.
Lo que debemos entender los que trabajamos en el mundo tecnológico es que somos “recursos caros”. Sí, quienes trabajamos en tecnología hoy en día somos privilegiados con nuestros altos sueldos y beneficios. Y en momentos turbulentos las empresas hacen ajustes, así que hay que estar preparados. Nadie puede prever el futuro, pero quizás sea bueno ir, como dice otro viejo adagio, “dando pasos de cierva”. En la metáfora bíblica se nos dice que la cierva es capaz de alcanzar grandes alturas y estar protegida de sus adversarios. Para hacer esto, este mamífero va pisando con cuidado, tanteando el terreno para después elevarse sobre él, dando la impresión de un paso firme. Sin embargo, hay mucha sensibilidad y habilidad tras esa escalada. Tantea el terreno, no tomes decisiones precipitadas, observa tu entorno. ¿Estás viviendo tiempos interesantes? Sea cual sea tu decisión, asegúrate que vas a pisar terreno firme cuando des el siguiente paso. Y si ya llegaste a una posición firme, quizás es momento de quedarse ahí mientras pasa la convulsión.
Por otro lado, algunos te dirán “hay que cuidar la pega”. Es un consejo con buena intención, pero también puede ser una trampa. No por cuidar el trabajo vas a aceptar injusticias.
Toda decisión debe ser meditada con base en tus principios, necesidades y valores. Haz siempre un balance, porque no todo es completamente bueno ni del todo malo. En cada escenario, incluso el que parece ser el mejor que te ha tocado vivir, hay problemas, malentendidos e injusticias. Habla con colegas y superiores sobre lo que sientes y observas para después de reflexionar y sopesar, tomar decisiones.
Siempre encontrarás encrucijadas donde tendrás que decidir. Sigo o me voy. Acepto o no acepto. Lo único que te puedo decir, desde mi experiencia, que tomar las decisiones vitales de forma precipitada no siempre es bueno. Tal como dije arriba, hacer un balance de mi situación me ha guiado. Nunca he pensado que debo vivir amarrado a proyecto alguno, mientras el saldo sea positivo seguiré, cuando cambia a negativo y sigue así es el momento de moverse. Eso me ha servido bien, hasta ahora.
No digo que no he cometido errores, sí, una vez tomé una decisión precipitada porque sentí que mis valores eran violentados. Por fortuna había cultivado una red que me acogió y me ayudó a superar esa crisis. Así que acá va otro humilde consejo. Cultiva redes, conoce gente, relaciónate con otros profesionales, cultiva amigos que te orienten, con los cuales puedas explorar posibilidades. Porque si te toca una crisis esas redes pueden ser tu salvación.
Este 2023 va a ser duro, todo hace ver que no será fácil para nadie. Pero por eso mismo puede ser un momento de oportunidades. Quienes lo afronten con optimismo, y precaución, quiénes tomen decisiones inteligentes, seguro serán los que podrán superar estos “tiempos interesantes”. No tengas miedo, ve con pasos de cierva y con la confianza de que si eso falla, una red te atajará al caer.